EDAD MODERNA

La Edad Moderna se inicia con el movimiento cultural del Humanismo que defiende una nueva concepción del mundo en la que el hombre ocupa un lugar preeminente, sin que en ningún momento se llegue a negar la existencia y la supremacía de Dios, que sigue siendo el creador del universo.

El humanista busca con entusiasmo los textos antiguos, cultiva las lenguas clásicas e intenta resucitar el idealismo platónico frente al aristotelísmo escolástico, afirmando en todo momento el derecho del hombre a realizarse en el mundo. Una de las tareas más importantes del humanismo fue la de reconciliar el legado de la antigüedad greco-latina con la tradición cristiana. La doctrina dominante del humanismo fue la que definió Marsilio Ficino (1433-1499) en su obra titulada “Teología Platónica“, a la que se adhirieron los mejores pensadores de la época, entre otros Pico de la Mirandola, Erasmo y el español Vives.

Ficino, apoyado por el mecenazgo de los Médicis, crea y dirige la Biblioteca y la Academia Platónica de Florencia, donde impulsa el estudio del griego con la ayuda de los eruditos bizantinos llegados a Italia tras la caída de Constantinopla (1453). Se traducen los Diálogos Platónicos y nos cuenta que la filosofía platónica, había sido el camino para preparar la revelación cristiana y así recibir a la verdadera religión, la de los evangelios, la de las epístolas de san Pablo y la de los padres de la Iglesia. Dios es el ser por excelencia y todos los demás seres proceden de Él, jerarquizados según la pureza y su aproximación a Dios.

El hombre dispone de tres vías de conocimiento: los sentidos (alma animal), la razón deductiva (alma racional) y la contemplación que permite al alma intelectual intuir lo divino. El uso de su libertad permite al hombre el retorno al Dios creador o permanecer en el nivel de los animales. La mayoría de los humanistas se vincularon al humanismo cristiano que afirmaba la unidad de la cultura humana y la armonía entre la revelación cristiana y la tradición antigua. El humanismo no sólo tuvo consecuencias religiosas sino también políticas y estéticas, teniendo una influencia decisiva sobre el movimiento renacentista.Las principales causas que motivaron el advenimiento.

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